Por nuestra latitud geográfica los pronósticos meteorológicos pierden mucha fiabilidad a partir del 4-5 día. En nuestras latitudes hay mucho dinamismo con constantes cambios en la atmósfera que hacen muy difícil pronosticar lo que sucederá a largo plazo. En otros puntos del planeta como los cercanos al ecuador, donde la atmósfera es menos dinámica, resulta más sencillo alargar los pronósticos. En España podemos hacer un pronóstico bastante fiable hasta 2 o 3 días vista y con algo más de incertidumbre a 4 o 5 días. A partir de ahí la fiabilidad baja sobre todo en Primavera y Otoño.