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Gracias a Luismi y Cris vamos a ver la belleza de la nieve en las montañas de Austria

La mayoría de las personas que van a leer este artículo están acostumbradas a una rutina en medio de coches, ruidos y en general, la rutina diaria de las zonas urbanas. Otros tiene la gran suerte de vivir en zonas de montaña, más tranquilas, donde en ocasiones el único ruido reinante es el de los animales y la naturaleza. Pero también es cierto que la gran mayoría de los urbanitas, en algún momento de nuestras vidas hemos respirado el aire limpio de las montañas. Ese silencio, esa calma y sensación en ocasiones de que el tiempo se ha parado. 

Ahora vamos a ponerle un ingrediente que hace que no solo el tiempo parezca detenerse. Un ingrediente que llena de calma y tranquilidad el pasaje; la nieve. Cuando era niño recuerdo una gran nevada en mi ciudad natal; Vigo. Fue la primera vez que vi nevar y recuerdo la sensación al salir de casa y ver los copos de nieve cayendo lentamente, como si estuviese viendo una película a cámara lenta. Acostumbrado a los "chuzos de punta" de mi querida Galicia, y al ruido que provocaban los ahora suplicados chaparrones, aquello parecía una lluvia de algodón. 

Ver toda la calle vestida de blanco me hacía sentir sensaciones que nunca imaginé que se pudiesen sentir al mimo tiempo. 

Dicen y comparto, que el ser humano se acostumbra a todo. Dejamos de disfrutar de muchas cosas por estar expuestos a diario a ellas. Las personas que disfrutan o padecen la nieve todos los inviernos, se acostumbran de algún modo a su presencia. En cambio una persona que la ha visto en contadas ocasiones o nunca como era mi caso, la disfruta o padece de una forma mucho más intensa. 

 

Pero hay una forma de disfrutar de la nieve que multiplica las sensaciones incluso en las personas expuestas con frecuencia. Lo que os vamos a enseñar ahora son fotos tomadas hace unos días por Luismi y Cris. Ellos han hecho este viaje que ahora comparten con nosotros y queremos que por unos minutos os trasladéis al el Tirol de Austria. Uno de los lugares más bellos del mundo donde cada foto se convierte en una postal. 

Cuando estás en lo alto de una zona montañosa tan bella, rodeado por la nieve, esas sensaciones de las que os he hablado se multiplican. La montaña es capaz de ofrecerte belleza, paz, meditación y un sin fin de sensaciones que son imposibles de conseguir en otro sitio. Al mismo tiempo la montaña y la nieve nos puede ofrecer emociones más fuertes, que seguro muchos aprovecháis al máximo cuando tenéis oportunidad. Posiblemente mientras lees este artículo estás contando las horas o días que faltan para poder disfrutar del elemento blanco y tu deporte favorito.

Hasta entonces te invito a que veas estas bellas imágenes:

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