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23-10-17 - ¿Por qué están aumentando los procesos explosivos en el Atlántico norte?

Dentro del contexto de cambio climático se contempla desde hace décadas el aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos adversos. Para entenderlo tan solo tenemos que comprender algo: Los fenómenos meteorológicos responden a un intento de buscar el equilibrio por parte de la atmósfera. Toda la energía que mueve el sistema atmosférico proviene del sol. La tierra recibe de forma distinta la radiación entre los polos y el ecuador, por lo que se calienta más en unas zonas que en otras. La atmósfera por medio de los vientos, desplaza masas de aire, para buscar el equilibrio que lógicamente nunca llega al mantenerse la primera condición (diferente radiación polos-ecuador). Toda esta energía provoca diferentes fenómenos meteorológicos. 

Bien, tenemos claro que el sol es el principal "motor". Vamos a verlo todo como un gran sistema de circulación poniendo un símil con el cuerpo humano. El sol es el corazón, que bombea la sangre hasta la tierra (Radiación solar). En la tierra esta "sangre" circula por las venas y arterías (corrientes marinas, células convectivas, corriente en chorro). El calor se distribuye por toda la tierra. La piel de la tierra es la atmósfera, que protege todo el sistema de agresiones externas y mantiene una temperatura constante. La atmósfera retiene parte del calor que nos llega del sol y permite que salga el resto para lograr una temperatura media compatible con la vida actual.

Pero ¿qué sucede cuando a un cuerpo humano le comienza a subir la temperatura? se comienzan a producir cambios para solucionar cuanto antes el problema. Aunque parezca una comparación lejana, la tierra está "viva" y tiene sus mecanismos para restablecer y compensar los desajustes. En este caso vamos a ver los síntomas sin hablar de la causa:

  • Aumento de la temperatura en la atmósfera.
  • Aumento de la temperatura en los océanos.

Con solo estos dos síntomas, podemos comprender al menos parte de las causas del aumento de los fenómenos adversos.

Primero partimos de la base de que la tierra se ha calentado mucho en los últimos años, lo que se traduce en más energía.

El aumento de la temperatura en los océanos y en la atmósfera, aumenta la evaporación y por tanto más energía disponible en la atmósfera. Si pones una cacerola al fuego con agua, verás que a mayor temperatura, más evaporación se produce. Aquí ya tenemos una posible respuesta al aumento en la virulencia de los huracanes. Los huracanes se alimentan de la evaporación de las aguas y a mayor temperatura, más cantidad de energía disponible para su desarrollo. 

Esto sucede en zonas tropicales, donde partimos de un aumento de la energía y vapor de agua disponibles a causa del calentamiento global. Bien, ahora vamos a ver que puede estar sucediendo en latitudes medias, donde nos encontramos nosotros. Estamos en una zona donde convergen masas de naturaleza opuesta. Masas de origen polar y subtropical. Estas masas están separadas por una de las arterias de la circulación general. El Jet Stream. A lo largo del Jet, se forman las famosas ondulaciones que comentamos al inicio del artículo. En este punto se desarrollan las borrascas, alimentadas por el choque de ambas masas.

Las ciclogénesis explosivas se desarrollan en un ambiente favorable con muchos factores que se tienen que dar en el momento adecuado. Nos vamos a centrar en esta interacción de masas. Desde latitudes más bajas llega la masa de aire cálida y húmeda para encontrarse con otra fría y seca de latitudes altas. El ciclón podemos verlo como el encargado de mezclar estas dos masas formando un remolino que gira, enviando el aire cálido a latitudes altas por su parte delantera y el frío a latitudes bajas por su parte trasera. Es un motor o una bomba que responde a una necesidad de compensar las diferencias térmicas. 

Vale, ahora volvamos a recordar el aumento de la temperatura en la superficie del mar, presente en zonas tropicales y también en zonas templadas. Es decir, la masa que llega desde el sur, está más cálida y tiene mayor capacidad de extraer humedad. Cuando se encuentra con la masa fría, el contraste y el aporte de humedad es mayor, además de la mayor temperatura en la superficie oceánica que también se encuentra en nuestras latitudes. El "motor" tiene que trabajar más rápido y con mayor virulencia para compensar el contraste. 

Pero no termina aquí nuestra teoría. La tendencia a una circulación más meridional del Jet, provoca un mayor desalojo de aire frío sobre el Atlántico, lo que también favorece los choques de masas. Una circulación más meridional es indicador de un vórtice polar debilitado que permite estos descensos de aire frío a latitudes medias. 

Resumiendo por lo tanto, no es difícil entender que si tenemos más calor en la atmósfera y océanos hay más energía para alimentar los fenómenos meterológicos ya sea por convección o interacciones. La tierra buscará el equilibrio y actuará en proporción.

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